miércoles, 5 de agosto de 2015

La Transfiguración




La Transfiguración por Rafael


Seis días después toma Jesús a Pedro, a Santiago y a Juan, y los conduce a un monte alto, aparte, a ellos solos. Y se transfiguró delante de ellos,  de forma que sus vestidos se volvieron tan resplandecientes por su blancura, como ningún batanero en el mundo podría blanquearlos.  Entonces se les aparecieron Elías y Moisés, que conversaban con Jesús.  Tomando Pedro la palabra, dice a Jesús: «¡Rabbí! ¡Qué bueno sería quedarnos aquí! Vamos a hacer tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»  Es que no sabía qué decir, porque estaban llenos de estupor. Se formó entonces una nube que los envolvió, y de la nube salió una voz: «Este es mi Hijo amado; escuchadle.»  De pronto, miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos.  (San Marcos 9:2-8, Traducción de Serafín de Ausejo)




OH Dios, que en el monte revelaste ante escogidos testigos a tu unigénito Hijo maravillosamente transfigurado, con vestiduras blancas y resplandecientes; Concede misericordiosamente que, siendo libertados de las inquietudes de este mundo, podamos contemplar al Rey en toda su hermosura, quien contigo, Oh Padre, y contigo, Oh Espíritu Santo, es un solo Dios, que vive y reina, por los siglos de los siglos. Amén.




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