viernes, 26 de abril de 2013

Roma: Ciudad Apostólica

En el post pasado prometí comentar sobre la apostolicidad de la ciudad de Roma y hoy cumplo con la promesa:
 
Cualquiera que estudia el Nuevo Testamento se da cuenta que Roma es parte de la llamada Tierra Santa, pues esta ciudad gozó de la obra y presencia de varios de los líderes más importantes de la Iglesia primitiva. 
 
Primero, los Hechos de los Apóstoles relatan que San Pablo llegó a Roma encarcelado y estuvo por lo menos dos años predicando desde la cárcel y logró convertir incluso miembros de la casa imperial. De la Epístola a los Romanos sabemos que aunque  no era obispo de los romanos, tenía especial interés por ellos.  Tradición muy firme insiste que fue decapitado en la ciudad y que su cuerpo ahora yace en una basílica que lleva su nombre. Esta iglesia, San Pablo extra muros es uno de los templos que más me gustan. ¡Es enorme!
 
Segundo, se cree que San Pedro también pasó algún tiempo ministrando en Roma, aunque no se sabe cuánto. Los Hechos dicen que más estuvo en Antioquia en Siria. (Pablo y Bernabé también estuvieron allá.) La Primera Carta de San Pedro menciona que el autor escribía desde "Babilonia", clave en aquel entonces por la capital del Imperio Romano. Tradición, también firme, indica de Pedro fue crucificado boca abajo en un campo cerca de la colina llamada el Vaticano. Investigadores han confirmado la presencia del cuerpo petrino en la cripta de la basílica.
 
Todo es para decir que en Roma están los restos de dos Apóstoles y que vale la pena que cualquiera se interesa por el Nuevo Testamento visite cuando pueda.

martes, 16 de abril de 2013

Ya de Regreso--Y cantando Aleluya

Algunos habrán pensado que me quedé trabado en el Viernes Santo, pero no es así. Celebramos la Resurrección del Señor en la iglesia con todos en el día de Pascua al final de la Semana Santa como hacemos todos cantando el ¡Aleluya!
 
No encontré el tiempo para anunciarlo aquí porque me fui de viaje con mi amada esposa. (Es constumbre de los curas anglicanos tomar la semana de Pascua para ir de retiro o de vacaciones.) Estuvimos en Roma, la ciudad eterna, la a que todas las calles conducen. No voy a contar los detalles del viaje, pero, sí, unas impresiones--
Primero, tomaría una eternidad para ver toda la ciudad bien.
Segundo, el sentido espirtual está presente por los que lo desean pero no torce el brazo de el que no lo busca.
Tercero, los romanos por lo general son amables.
Cuarto, el obispo de Roma sigue iluminando a la gente con su sonrisa (porque, como dijeron en el Vaticano, normalmente los papas no sonríen).  Francisco parece ser un cristiano gozoso--¡Qué alegría!
 
Luego les hablaré del carácter apostólico de las iglesias romanas.