jueves, 16 de julio de 2015

Nuestros Teólogos No-Anglicanos

A diferencia de algunos grupos cristianos los anglicanos, aunque tengamos teólogos muy eruditos y profundos, nunca hemos sido exclusivos en nuestros estudios teológicos.  Somos ávidos lectores de teólogos de cualquier tradición cristiana que nos  permiten profundizar nuestro conocimiento de la Palabra de Dios. Aprovecho para compartir algunos de los teólogos más influyentes y estudiados por los anglicanos que no pertenecían a la Iglesia de Inglaterra durante sus vidas.
Los escritores sagrados
Con el entonces cardenal Ratzinger y luego papa Benedicto XVI, los anglicanos podemos afirmar que los autores bíblicos son nuestros teólogos principales.  Moisés, Isaías, Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo, y Santiago fueron grandes teólogos por comunicar lo que Dios se les reveló . Los demás realmente sólo son comentaristas sobre su labor. Cada clérigo anglicano se compromete estudiar y enseñar el contenido—es decir la teología— de las Sagradas Escrituras.  Para los episcopales tradicionales el resto de la teología sólo vale si concuerda con la teología expresada en la página sagrada.
Los santos padres de la iglesia
Así llamamos a los obispos y maestros de la fe cristiana que escribían durante los primeros siglos de nuestra época. Se esforzaron por comprender y sintetizar las enseñanzas del Evangelio y de la Palabra de Dios de manera fiel y eficaz. Hablamos de Ambrosio, Agustín, Atanasio, Basilio, Gregorio Magno, Jerónimo, Juan Crisóstomo y otros menos conocidos pero importantísimos para entender el pensamiento cristiano.  Es fascinante ver cómo los anglicanos de antaño podían citar a los antiguos padres en sus lenguas originales de memoria, hombres como el arzobispo Ussher que prácticamente inventó la ciencia moderna de los estudios patrísticos.
Los escolásticos de la edad media
Los anglicanos no tenemos problemas con estudiar la teología de la edad media; más bien hemos citado a sus escritos para apoyar a nuestras posturas. Anselmo, Abelardo, Tomás de Aquino, Buenaventura, y Lombardo han contribuido muchísimo a la teología anglicana. Incluso los filósofos han hablado de una escuela del tomismo anglicano muy influyente en el mundo de las ideas.
 Los reformadores protestantes
Con tanta apertura teológica no es sorprendente que se usaran las obras de los reformadores europeos en las grandes universidades de Oxford y Cambridge. Los anglicanos de los siglos XVI-XVII estudiaron los libros de Lutero, Melanchthon Calvino y Beza al lado de sus propios teólogos. Resolvieron controversias y crearon otras sin adoptar el sistema personal de ninguno, siempre haciéndose la pregunta ¿concuerda con la Biblia? Por eso se puede decir que los anglicanos aunque podemos apreciar a Lutero y a Calvino,  ni somos luteranos ni  somos calvinistas.
La conclusión que podemos sacer es el anglicanismo siempre ha tenido una gran apertura a cualquier teólogo que haya buscado entender y dar a conocer bien el mensaje de las Sagradas Escrituras. En este sentido refleja una actitud liberal y tolerante. Lo que nos ha permitido tal actitud es su afirmación contundente de la suficiencia y supremacía de la Palabra de Dios escrita en las Sagradas Escrituras:
Las Sagradas Escrituras contienen todas las cosas necesarias para la salvación; de modo que cualquier cosa que no se lee en ellas, ni con ellas se prueba, no debe exigirse de hombre alguno que la crea como artículo de fe, ni debe ser tenida por requisito necesario para la salvación. Por las Sagradas Escrituras entendemos aquellos libros canónicos del Antiguo y Nuevo Testamento, de cuya autoridad nunca hubo duda alguna en la Iglesia. (Artículo VI.)

En el próximo post, hablaremos sobre los teólogos anglicanos mejor conocidos afuera que adentro de la Iglesia.  

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