jueves, 9 de julio de 2015

El Multiuso Anglicano: la Capa Pluvial


El Obispo Sheepshanks
de Norwich ca. 1902,
en su capa pluvial
En el post previo hablé del hábito de coral que usamos los anglicanos y me imagino que más de alguno se dio cuenta que lo que antes era la norma entre nosotros ya produce extrañeza para muchos por solo ver las vestiduras eucarísticas en casi toda ocasión. También mencioné el uso de una vestimenta antes muy típica en nuestra tradición que merece más explicación, la capa pluvial. Realmente no es una prenda para lluvia, sino algo que puede prestar solemnidad a cualquier acto litúrgico. Se ve en la celebración de las misas, en procesiones, en los oficios diarios, en las bodas y en otros actos religiosos cuya importancia se desea enfatizar con elegancia.  (Cuando el obispo me instituyó como rector dijo que mi capa pluvial se vio tan elegante que logré opacarle en todo su esplendor episcopal.)
 
La capa pluvial del Arzobispo de Canterbury
en la boda real de los duques de Cambridge
Las rúbricas del Libro de Oración Común (ediciones 1549-1662) ratificaron el uso de la capa pluvial para celebrar los sacramentos en adición al uso de las vestimentas tradicionales y el hábito coral, prácticamente obligando su uso en las catedrales e iglesias principales. Por eso, surgió la costumbre de muchos obispos de vestirse siempre con la capa pluvial. (Pueden pensar menos en cómo revestirse.)  
 
A diferencia de las vestiduras exclusivas para la Santa Eucaristía, el uso  de la capa ha sido costumbre sin controversia entre clérigos muy evangélicos y clérigos muy ritualistas.   Se puede usar con el alba o con el roquete o la sobrepelliz. En épocas pasadas también tenía cierta ventaja ecuménica por hacerlos parecer menos a los católico-romanos y más a los presbíteros de las iglesias orientales. Es el verdadero “multiuso” anglicano.  Por eso al lado del hábito coral  hoy también abogo por la capa pluvial.
 

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