lunes, 15 de agosto de 2016

Santa María, Virgen y Madre de Nuestro Señor Jesucristo


"María: Gracia y esperanza en Cristo"
Hoy, el 15 de agosto, la Iglesia Episcopal (con casi todas las iglesias cristianas más antiguas) festeja a la Madre de Dios, la Bienaventurada Virgen María. El Libro de Oración Común designa la categoría de día santo o fiesta mayor a esta fecha porque la Virgen María tiene un lugar muy especial en el corazón de todos los que creemos en la Encarnación del Señor Jesucristo y porque en María vemos cómo Dios hace cumplir su palabra en las vidas de los que confían en él plenamente. (Pueden leer mi comentario litúrgico-teológico sobre el papel María en el anglicanismo aquí.)
San Jorge, Mártir
 Ayer tuve la oportunidad de asistir a una misa de la Virgen en vísperas de la fiesta, siendo también la institución del rector de la Iglesia San Juan, Newport, Rhode Island.  Esta congregación ha experimentado una renovación impresionante bajo la dirección de su pastor, hecho reconocido y celebrado por el obispo de la diócesis y un obispo primado jubilado. El sermón nos instó a imitar a María y a escuchar atentamente a la Palabra de Dios. El coro mixto de adultos y niños cantó la música de la misa en latín e inglés “para la gloria de Dios y el honor de la Virgen”.  Todo fue bien hecho.
Ayer también visitamos la Iglesia San Jorge, Central Falls, de que ahora soy el cura párroco y donde recibimos una bienvenida muy atenta y amable de parte de la congregación. San Jorge vive el gozo espiritual con la música, la adoración y el servicio a los demás y me siento muy honrado de emprender un nuevo ministerio con su gente por la invitación del obispo de Rhode Island. Pido las oraciones de los lectores por una transición sin obstáculos grandes y por la bendición de Dios en cuanto a esta labor.



  

jueves, 11 de agosto de 2016

La importancia de los 39 Artículos

Este post fue publicado anteriormente, pero es un mensaje que merece repetición--Los Artículos de Religión no son sólo una letra muerta, sino testimonio vivo de nuestra fe y del patrimonio anglicano. Espero un día poder terminar el prometido comentario sobre su contenido.

La importancia de los 39 Artículos
Al hablar de los 39 Artículos hay varias personas que quieren mantener que ni siquiera tienen importancia para la teología anglicana, pero discrepo e insisto que los Artículos de Religión tienen una importancia que va más allá del anglicanismo. Aunque no fueron publicados para ser una confesión universal del cristianismo, siendo la confesión particular de la Iglesia de Inglaterra y luego de la Iglesia Episcopal y otras provincias de la Comunión Anglicana, los Artículos de Religión llegaron a gozar de una importancia teológica e histórica muy grande.  ¿Cómo?

Son la confesión definitiva de los de cristianos ingleses tras la Reforma.  La Iglesia de Inglaterra por mucho tiempo era la iglesia reformada oficial más grande y más influyente de Europa.  Teólogos y pastores extranjeros  llegaban a estudiar en Oxford y Cambridge bajo la condición de afirmar la validez de la confesión anglicana.  La claridad de los Artículos sobre la catolicidad de la fe reformada de los anglicanos sentó las bases para el diálogo y la cooperación entre cristianos. Por ejemplo, la afirmación de los Artículos por la Iglesia Morava en el siglo XVIII le permitió extender su obra misionera a varias regiones del mundo, incluyendo a Latinoamérica, con el beneplácito de la iglesia y la corona inglesa.    
Aún los que discrepaban con la doctrina de los Artículos se vieron obligados a explicar por qué.  La famosa Confesión de Westminster, tan admirada por los protestantes presbiterianos y calvinistas, fue en primera instancia una revisión de los 39 Artículos. De igual manera, Wesley—fundador del movimiento metodista—utilizó los Artículos de Religión para escribir su propia confesión de fe.  Newman tuvo que analizar bien a los Artículos por motivos de conciencia, como vemos en el “Tratado 90” y su Apologia pro Vita Sua. A pesar de convertirse en católico romano, el pensamiento anglicano reflejado en los Artículos influyó su pensamiento y teología por toda su vida. Es decir  que los presbiterianos, los metodistas y los católicorromanos también deben algo a la influencia de nuestros Artículos de Religión.

Ojalá los anglicanos volvamos a tomarlos en cuenta—aunque sea un poquito.

jueves, 4 de agosto de 2016

La Transfiguración del Señor y los Criterios Personales


La Transfiguración del Señor, Rafael ca. 1520
Este sábado (06 de agosto) la Iglesia celebra la festividad de la Transfiguración del Señor para conmemorar la revelación de la divinidad de Jesucristo a los apóstoles Pedro, Santiago y Juan en la presencia de Moisés y Elías. El Nuevo Testamento incluye cuatro relatos sobre el acontecimiento, lo que demuestra su importancia para los primeros cristianos. (Los cuatro relatos son Mateo 17:1-8; Marcos 9:2-13; Lucas 9:28-36; y 2 Pedro 2:16-21.) Es el tema de muchas obras de arte religioso y de los grandes maestros de la espiritualidad: La luz divina se revela en la oración y la vida contemplativa.

 Seis días más tarde llamó Jesús a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña elevada. Delante de ellos se transfiguró: su rostro resplandeció como el sol y su ropa se volvió blanca como la luz. De pronto se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. (Mateo 17:1-3)

Al parecer la celebración litúrgica de la Transfiguración siempre ha sido favorecida entre los cristianos ortodoxos del Oriente pero que no recibía tanta atención en las comunidades del Occidente hasta el siglo XX, cuando se extendió entre las iglesias de la Comunión Anglicana, especialmente en Gran Bretaña y los Estados Unidos.  La conmemoración fue adoptada con entusiasmo por sus bases bíblicas y porque fue una señal de la solidaridad ecuménica y la unidad cristiana. 

Irónicamente, durante ese mismo periodo, por influencia de académicos alemanes, se promovió la idea que la Transfiguración sólo era un mito cristiano careciente de valor histórico, introducido en la historia de la vida de Jesús para resaltar el relato posterior de la Resurrección. Lo extraño de este concepto es que las afirmaciones bíblicas de la Transfiguración, aparte de ser múltiples, precisamente insisten que no son ni mitos ni cuentos, sino testimonios acerca de un evento concreto de la historia:

Porque cuando les anunciamos el poder y la venida del Señor nuestro Jesucristo, no nos guiábamos por fábulas ingeniosas, sino que habíamos sido testigos oculares de su grandeza. En efecto, él recibió de Dios Padre honor y gloria, por una voz que le llegó desde la sublime Majestad que dijo: Éste es mi Hijo querido, mi predilecto. Esa voz llegada del cielo la oímos nosotros cuando estábamos con él en la montaña santa. (2 Pedro 2:16-18)

En lugar de interpretar el texto bíblico los promotores de la “desmitologización”  de la Transfiguración introdujeron sus ideas preconcebidas a sus estudios.  Es decir que estudiaron sus prejuicios filosóficos más que el Nuevo Testamento.  El mismo texto que afirma de la historicidad de la Transfiguración nos advierte que no debemos interpretar la Palabra de Dios según criterios personales:

Pero deben saber ante todo que nadie puede interpretar por sí mismo una profecía de la Escritura, porque la profecía nunca sucedió por iniciativa humana, sino que los hombres de Dios hablaron movidos por el Espíritu Santo. (2 Pedro 2:20-21)

Cualquiera que trabaje en base de un sistema ideológico, sea “conservador” o “crítico” corre con este riesgo y de alguna manera u otra todos lo hacemos.  La “mitología” de la Transfiguración no es la única idea crítica que ha sido desacreditada con los años pero es suficiente para acordarnos que las Sagradas Escrituras son más importantes que nuestros sistemas filosóficos, prejuicios e idiosincrasias, pues las Escrituras son la Palabra de Dios.