martes, 18 de septiembre de 2018

Reflexión Bíblica para la 17a Semana después de Pentecostés (2018)

La Reflexión Bíblica de la Semana es cortesía Sermones que Iluminan:

RCL: Proverbios 1:20-33; Salmo 19; Santiago 3:1-12; San Marcos 8:27-38
Si nos detenemos para reflexionar sobre las lecturas de este domingo podemos escuchar la respuesta de la sabiduría divina a las circunstancias actuales del mundo y podemos aprender dos lecciones para nuestras vidas.
Frente a situaciones tales como gobiernos que reprimen a sus ciudadanos en nombre de sus pueblos, discursos que nos dividen en lugar de unirnos y la corrupción que va en aumento a pesar de los reclamos constantes por la justicia y los valores, podemos escuchar la voz de Dios preguntándonos y también invitándonos: “¿Hasta cuándo amarán la inexperiencia y hallarán placer en sus burlas y despreciarán el saber?” y “Presten atención a mis correcciones, y yo los colmaré de mi espíritu; les daré a conocer mis pensamientos”.
Ya conocemos el fenómeno que el libro de Proverbios nos plantea hoy. En algún momento hemos conocido la frustración: Buscamos respuestas a nuestras preguntas y soluciones a nuestros problemas, pero no las encontramos. Decimos que queremos una cosa, pero logramos otra. Por ejemplo, decimos que queremos paz, pero entramos en más conflictos innecesarios. Decimos que queremos una sociedad más justa y una vida mejor, pero no queremos esforzarnos para lograr estos deseos. La verdad es que el ser humano parece vivir la insensatez. En el vocabulario de la lectura del Antiguo Testamento, a menudo somos “inexpertos, burlones y necios”... La reflexión continúa aquí.

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