viernes, 27 de mayo de 2016

Sobre el liderazgo cristiano


El liderazgo es un tema de gran importancia para la vida de la Iglesia y se han escrito muchos libros sobre este tema, sin embargo estos libros ponen poca atención a lo que dice la Biblia acerca del quehacer de los líderes cristianos. Ofrezco unas notas sobre el liderazgo que hace unas semanas impartí en la forma de un discurso a un grupo de líderes laicos. Se basa en la exhortación a los líderes encontrada en la primera epístola de San Pedro.

Me dirijo a los responsables de las comunidades de ustedes, yo, responsable como ellos, que fui testigo de la pasión del Mesías y experimenté la gloria que va a revelarse: cuiden del rebaño de Dios que tienen a su cargo, miren por él, no por obligación, sino de buena gana, como Dios quiere; tampoco por sacar dinero, sino con entusiasmo; no tiranizando a los que les han confiado, sino haciéndose modelos del rebaño. Así, cuando aparezca el supremo Pastor, recibirán la corona imperecedera de la gloria. (1 Pedro 5:1-4, Biblia traducida por Luis Alonso Schökel y Juan Mateos)

Me dirijo a los responsables de las comunidades…Pedro exhorta a los responsables de las comunidades. En este caso los presbíteros o ancianos que enseñaban y dirigían el culto fueran la audiencia inmediata del mensaje, pero aplica a toda clase de líder: Miembros de comisiones y comités, sus presidentes y coordinadores, guardianes, maestras de la escuela dominical, dirigentes de jóvenes y cualquier persona que sirve a Dios en su Iglesia. 

Cuiden del rebaño de Dios…El trabajo del líder cristiano es el campo pastoral. Es el lugar de las ovejas y las cabras.  Los líderes están llamados a pastorear al rebaño. Tienen que cuidar a lo que no es su propiedad. El rebaño y las ovejas son de Dios, son del Señor. La obligación de los ministros es velar por las ovejas del Dueño y buscar su bienestar. Cuidarlas requiere que se las respete y que se las proteja. No es maltratarlas.

No lo hagan por obligación, sino de buena gana… La actitud del líder también importa. Para que cumpla con su tarea necesita tener buena actitud y buen ánimo. Uno no puede servir a Dios de pura obligación. Hay que querer servir. Hay que darse cuenta que es un gran privilegio ejercer la responsabilidad. 

Tampoco hay que hacerlo por sacar dinero, sino con entusiasmo… Los libros seglares acerca del liderazgo llaman a los líderes para que piensen en la eficiencia y la efectividad de sus empresas. Lo que importa son las ganancias financieras. El líder cristiano al contrario tiene que meditar en cómo invertir los recursos para la extensión del reino de Dios. Tiene que gozar de prosperar al rebaño más que a su bolsillo.

  No tiranizando a los que les han confiado… El mundo del éxito empresarial muchas veces promociona el magnate como la persona grande que domina a toda la competencia. A menuda el que se cree el más fuerte, el que más grita parece ser el mejor de todos, pero así no es entre el pueblo de Dios. Nos acordamos que, según Jesús, el más importante es el siervo de los demás. Ricos o pobres, hemos de ser humildes delante de Dios y delante de nuestros hermanos. No existimos para dominar a otros o para tiranizarlos. Por eso también dice, Cúbranse de humildad, porque Dios se enfrenta con los soberbios, pero concede gracia a los humildes. Existimos para amar y cuidar a las ovejas del Señor hasta que venga el Pastor principal.

Así, cuando aparezca el supremo Pastor… El apóstol no nos amenaza, sino nos exhorta y nos anima con el recuerdo de las promesas de Cristo el verdadero pastor de nuestras almas. Si servimos fielmente Jesucristo nos promete no solo un pago o una recompensa financiera. Nos ofrece la victoria, la corona de gloria. Es un premio más valioso que cualquier cheque o salario: ¡Es la vida eterna!

 

 

 

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