martes, 5 de septiembre de 2017

Reflexión Bíblica para la Decimotercera Semana después de Pentecostés (2017)


Las lecturas leídas este domingo nos recuerdan que la espiritualidad cristiana es sumamente práctica.  El Señor Jesucristo nos invita a seguirle pero no por un camino alejado de las necesidades del mundo. Nos invita a seguirle por el camino de la cruz.  El que quiere ser mi discípulo que se niegue a sí mismo, cargue su cruz y que me siga.  No es una invitación a la euforia permanente. Es un llamado a enfrentar las realidades de nuestra situación peregrina: el pecado, el mal y la injustica. El Apóstol Pablo expresa el mismo sentir en términos concretos, exhortándonos no sólo a orar por los demás sino también a hacer nuestras las necesidades de los demás. Más todavía, nos llama a buscar la paz y la armonía con todos, pues estamos llamados a servir y a dar a todos, incluso a los que nos han tratado mal. Es así que podemos vencer el mal con el bien.

Las lecturas para el 13º Domingo después de Pentecostés (2017) son Jeremías 15:15-21 (o Éxodo 3:1-15); Salmo 26:1-8 (o Salmo 106:1-6,23-26,45c); Romanos 12:9-21; San Mateo 16:21-28.  

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