Ícono del profeta Jonás |
Las lecturas de esta semana nos recuerdan que el Dios de Jesucristo es el
Dios de la misericordia, es el Dios que nos da mucho más y mucho mejor que
lo que merecemos. Es precisamente ése el punto de la segunda mitad del libro de
Jonás (caps. 3-4) y de la parábola del viñedo y los
jornaleros (Mt. 20:1-16). El Señor tiene compasión de
su creación, incluso las vacas (Jonás 4:11), dándonos tiempo para el arrepentimiento, pero muchas veces nos
cuesta entender este mensaje de perdón. Queremos que Dios tenga misericordia
con nosotros porque nos creemos buenos y nos molestamos como Jonás cuando
el Señor también perdona a los que creemos peores que nosotros, preguntándonos: ¿Por qué Dios se acuerda de esos? Sin embargo, los que servimos a
Cristo tenemos que aprender que en el perdón de Dios no cabe lugar para nosotros
condenar a nadie porque el Señor puede ser generoso con quien él quiera y porque los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros (Mt. 20:15,16).
Las lecturas para la Decimosexta Semana después de Pentecostés son Jonás
3:10-4:11 (o Éxodo 16:2-15); Salmo 145:1-8 (o Salmo 105:1-6, 37-45); Filipenses
1:21-30; San Mateo 20:1-16.
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