martes, 26 de septiembre de 2017

Reflexión Bíblica para la Decimosexta Semana después de Pentecostés (2017)


Ícono del profeta Jonás
Las lecturas de esta semana nos recuerdan que el Dios de Jesucristo es el Dios de la misericordia, es el Dios que nos da mucho más y mucho mejor que lo que merecemos. Es precisamente ése el punto de la segunda mitad del libro de Jonás (caps. 3-4) y  de la parábola del viñedo y los jornaleros (Mt. 20:1-16).  El Señor tiene compasión de su creación, incluso las vacas (Jonás 4:11), dándonos tiempo para el arrepentimiento, pero muchas veces nos cuesta entender este mensaje de perdón. Queremos que Dios tenga misericordia con nosotros porque nos creemos buenos y nos molestamos como Jonás cuando el Señor también perdona a los que creemos peores que nosotros, preguntándonos: ¿Por qué Dios se acuerda de esos? Sin embargo, los que servimos a Cristo tenemos que aprender que en el perdón de Dios no cabe lugar para nosotros condenar a nadie porque el Señor puede ser generoso con quien él quiera y porque los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros (Mt. 20:15,16).

 Las lecturas para la Decimosexta Semana después de Pentecostés son Jonás 3:10-4:11 (o Éxodo 16:2-15); Salmo 145:1-8 (o Salmo 105:1-6, 37-45); Filipenses 1:21-30; San Mateo 20:1-16.   

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