Ustedes son la sal del mundo…San Mateo 5:13
La sal es uno de
los productos más valorados y más deseados de toda la historia humana, tan valioso
que antes se utilizaba como dinero en lugar de las monedas de plata y oro. Es por eso cuando los obreros de hoy son
pagados, reciben su “salario”. Al llamar sus seguidores “la sal del mundo,”
Cristo estaba afirmando el valor muy grande del pueblo de Dios. También les
recordaba que ellos—es decir, nosotros—estaban llamados a cumplir con las
funciones de la sal: limpiar, esterilizar, preservar y elevar el sabor del
mundo que Dios creó.
Las Lecturas para
la Quinta Semana después de Epifanía son Isaías 58:1-12; Salmo 112; 1 Corintios
2:1-16; San Mateo 5:13-20.
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