
Algo que me sorprendió fue la reacción a mi uso de la sotana durante el
tiempo de conferencias espirituales. Mi formación me implantó el propósito de ponerme
la sotana cuando dirijo retiros o imparto conferencias espirituales. Alguien me agradeció haberme vestido de
sacerdote y durante el retiro varias personas me comentaron que les gusta
cuando “los curas se visten como curas”. No fueron sólo las señoras de ochenta
años sino personas de varias edades. Y no sólo fueron personas muy
conservadoras sino de aspecto bastante moderno.
¿Será que la tendencia de evitar los
formalismos clericales se está acabando? ¿Será que la sotana ya está de moda? No sé si habrá un boom para los
sastres eclesiásticos pero quizá los curas debamos tomar nota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario