miércoles, 9 de marzo de 2016

Un punto sobre la interpretación de Efesios--Fe y ética


Estampa del Padre Nuestro en alemán
Durante la Cuaresma siempre dirijo un estudio bíblico para la congregación. Este año estamos estudiando la epístola de San Pablo a los Efesios.  El texto de Efesios provoca una variedad de preguntas interpretativas, pero ninguna de estas preguntas afecta tanto a la comprensión de su mensaje--¡Gracias a Dios!

 Algo que he notado de la carta al volver a leerla este año es la relación entre su contenido dogmático-doctrinal y su contenido ético-moral.  La doctrina teológica de Efesios siempre es muy popular (especialmente ahora)  por insistir en términos elegantes en el valor de la gracia de Dios, la unidad de la Iglesia que es el Cuerpo de Cristo y la soberanía divina sobre el cosmos.   Sin embargo, las enseñanzas morales de Efesios poco se enfatizan  en la predicación actual.  Es decir que tendemos a celebrar lo que nos gusta y esconder lo que nos incomoda.

En lo personal creo que las verdades que más nos incomodan son las a que más necesitamos prestar atención.  Aparte de esta idiosincrasia mía, en el caso de Efesios veo que separar lo dogmático de lo ético-moral es traicionar su mensaje por completo.

El capítulo 4 es buen ejemplo. Empieza con el llamado a portarse a la luz de su vocación de la santidad. Los cristianos han de portarse bien como resultado de la doctrina que ya han aprendido.  ¿Cuál doctrina? Pues la doctrina de la unidad e integridad de la Iglesia: Hay un Cuerpo y un Espíritu, así como fueron llamados a una sola esperanza de su vocación, un Señor, una fe, un bautismo, un solo Dios y Padre de todos que está por encima de todos, por medio de todos y en todos (4:4-6).

El texto continúa con la explicación de los dones para el ministerio. El apóstol afirma que Cristo dio estos dones con el fin de nutrir y fortalecer a la Iglesia con una doctrina que aumente la madurez espiritual.  Después les exhorta a portarse como gente que haya recibido la enseñanza de Cristo y no como los paganos que viven aparte de las normas éticas conocidas por los judíos y cristianos a través de la revelación divina y la palabra de Dios. Dice: Eso afirmo y atestiguo que ya no deberían vivir como paganos la futilidad de sus mentes; están oscurecidos de mente y alejados de la vida en Dios por su ignorancia a causa de la dureza de sus corazones. Se han endurecidos y se han dado rienda suelta a su libertinaje, avaros para toda clase de impurezas (4:17-19).  En cambio a diferencia de los paganos los cristianos de Éfeso han aprendido la fe cristiana y no viven así.  Afirma: Así no aprendieron a Cristo (4:20). Pasa de hablar de la integridad doctrinal a hablar de la integridad moral y da ejemplos. Si uno está en Cristo, ya no debe robar sino trabajar. Si uno está en Cristo, ya no debe decir profanidades. Si uno está en Cristo, ya no debe airarse ni vengarse sino perdonar a los demás por el amor de Dios (4:25-32). No podemos querer llamarnos cristianos y vivir como libertinos.

Lo único que puedo concluir es que existe una fuerte relación entre “el aprender Cristo” y vivir de acuerdo a la ética cristiana, o dicho de otra manera, hay un vínculo estrecho en la doctrina y la moral— Para los cristianos deben ser inseparables. No creo que pertenece a la integridad intelectual y teológica leer sólo la primera mitad de Efesios (1:1-4:16) y abandonar la segunda mitad sólo porque nos parece una lectura incómoda. Toda la carta pertenece a lo que los episcopales llamamos “la Palabra de Dios escrita”. El mismo Dios que nos habla en la primera mitad también nos habla en la segunda. ¡Escuchémoslo!

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