Rvdmo. Reginald Heber |
Rvdo. John B. Dykes |
Muchos habrán canto el himno “Santo, Santo, Santo, Dios Omnipotente” para el
domingo recién pasado. Es uno de los
cantos más tradicionales entre evangélicos y protestantes de habla hispana. Lo he encontrado en todo tipo de himnario:
adventista, mormón, bautista, metodista y más allá. Su alto valor se deriva de su carácter
poético y de sus alusiones bíblicas. Aunque
algunos creen que es de Marcos Witt, en verdad es un himno doblemente, hasta
triplemente, anglicano.
Rvdmo. Juan Bautista Cabrera |
¿Triplemente anglicano? Así es. Este himno es triplemente anglicano porque,
en primer lugar, su autor fue Reginald Heber, un prodigioso genio de las letras
desde su infancia y obispo misionero a la India en los 1820s. Escribió un himno
para cada domingo y día santo establecido en el Libro de Oración Común. Sus himnos todavía se encuentran en casi todos
los himnarios de habla inglesa sin importar de qué denominación. “Santo, Santo, Santo, Dios Omnipotente” es el
himno que escribió para el Domingo de la Trinidad. En segundo lugar, el texto
castellano que todos conocemos es fruto de la obra de otro obispo anglicano
dedicado a las bellas letras, Juan Bautista Cabrera. Cabrera también produjo gran cantidad de
cantos, escritos traducciones y poesías propias. Cabrera fue líder de la “segunda reforma” española y primer obispo de
la Iglesia Española Reformada y Episcopal. En tercer lugar, la tonada del
himno, que se llama “Nicea”, es obra del
sacerdote anglicano y famoso compositor inglés
John Bacchus Dykes.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! Señor Omnipotente,
Siempre el labio mío loores te dará;
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! te adoro reverente,
Dios en tres Personas, bendita Trinidad.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! en numeroso coro,
Santos escogidos te adoran sin cesar,
De alegría llenos y sus coronas de oro
Rinden ante el trono y el cristalino mar.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! la inmensa muchedumbre,
De ángeles que cumplen tu santa voluntad,
Ante ti se postra bañada de tu lumbre,
Ante ti que has sido, que eres y serás.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! por más que estés velado,
E imposible sea tu gloria contemplar;
Santo tú eres solo y nada hay a tu lado,
En poder perfecto, pureza y caridad.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! la gloria de tu nombre,
Vemos en tus obras en cielo, tierra y mar.
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! te adora todo hombre,
Dios en tres Personas, bendita Trinidad.
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