martes, 17 de abril de 2018

Reflexión Bíblica para la Tercera Semana de Pascua (2018)

Esta semana escuchamos otro episodio en que Jesús resucitado vista al grupo de discípulos. Aprovecha la ocasión para enfatizar dos puntos claves para entender la resurrección.

1. Primero, el Señor Jesús les pide comida para comprobar la corporalidad de la resurrección. La resurrección como evento es físico e histórico, no sólo “espiritual”. Por énfasis explica: Los fantasmas no tienen carne y huesos como ven que tengo (S. Lucas 24:39). Quiere que no haya duda sobre el hecho de que el hombre que veían resucitado delante de sus ojos era el mismo que habían conocido por años y que fue crucificado por las autoridades algunos días antes. ¡Jesús fue levantado de entre los muertos con carne, huesos y todo lo que pertenece a la integridad humana. 

2. Segundo, Jesús les concede a los discípulos la clave para interpretar su vida, muerte y resurrección. Esta clave es la re-lectura de la tradición bíblica del pueblo judío: Éstas fueron las palabras que les dije mientras estaba con ustedes, que todo lo escrito acerca de mí en la ley de Moisés, los profetas y los salmos tenía que cumplirse (S. Lucas 24:44). Si queremos comprender el misterio pascual, debemos volver a leer nuestras Biblias. Se podría agregar que nuestra Cristología, por tanto, debe tener profundas raíces en el terruño vetero-testamentario. 


Las Lecturas para el Tercer Domingo de Pascua (2018) son Hechos 3:12-19; Salmo 4; 1 Juan 3:1-7; San Lucas 24:36b-48.

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