miércoles, 7 de noviembre de 2018

Reflexión Bíblica para la 24ª Semana después de Pentecostés (2018)

Imagen de Rut, artista desconocido
No me pidas que te abandone y que me separe de ti, pues iré adonde vayas y viviré donde vivas, que tu pueblo es mi pueblo y tu Dios es mi Dios. (Rut 1:16 BHA)

Los buenos predicadores pueden aprovechar el libro de Rut para hablar sobre muchos temas de la fe cristiana. Históricamente, se ha usado para enseñar sobre la necesidad de salvación, el valor del Redentor (viendo a Booz como modelo de Cristo), la importancia de la fe de las mujeres y la inclusión de los no judíos al pueblo de Dios entre otros temas importantes. Con estudio y preparación cualquiera puede extraer un buen mensaje de este libro veterotestamentario.

Este domingo nuestra celebración dominical dio sitio a la administración del Santo Bautismo y a un acto de la Primera Comunión con varios niños. Aproveché la lectura de Rut para enseñar sobre nuestro compromiso de seguir a Jesucristo. Las palabras de Rut a su suegra son la expresión del sentimiento de todo creyente sincero que ha sido llamado por Dios a un encuentro con Cristo: Iré adonde tú vayas, viviré donde vivas, pues tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios

¡Qué lealtad! ¡Qué fidelidad! Representa el sentido de nuestros votos bautismales cuando los entendemos bien:
¿Te entregas a Jesucristo y le aceptas como tu Salvador?
     Sí, me entrego y le acepto.
¿Confías enteramente en su gracia y amor?
    Sí, confío.
¿Prometes seguirle y obedecerle como tu Señor?
    Sí, lo prometo.

El resumen de la Ley, con su llamado a amar a Dios y al prójimo, que escuchamos en el evangelio del día también tendrá mucho que decir con respecto a los votos bautismales, pero la devoción y la confianza de Rut en su suegra y el Dios de Israel nos enseñarán lo que es tener fe en nuestro Señor. 

El sermón habrá logrado el efecto deseado, pues el candidato para el bautismo, de solo cuatro años, se presentó espontáneamente cantando "He decidido seguir a Cristo".  


Las lecturas para el 24º Domingo después de Pentecostés y Domingo de Todos los Santos (2018) son Rut 1:1-18; Salmo 146; Hebreos 9:11-14; San Marcos 12:28-34. 



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