Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora
en que el Hijo del hombre ha de venir. (San Mateo 25:13)
Las lecturas de
esta semana nos llaman a prestar nuestra atención a la verdadera sabiduría, la
sabiduría que consiste en buscar a Cristo y en prepararnos para nuestro
encuentro.
San Pablo anima a los tesalonicenses que se habían
entristecido por causa de los fallecimientos de algunos miembros de su comunidad
y que habían comenzado a cuestionar su fe.
Les recuerda que la promesa de Cristo es que ninguno de los suyos se
perderá cuando regrese y que los muertos no recibirán menos gloria que los que
todavía están en la tierra en ese momento.
Describe cómo el Señor volverá con fuerte clamor y la manifestación de su
poderío (2 Tes. 4:16). Esto deberá motivarnos y consolarnos durante nuestros momentos de tristeza.
Con la parábola de las 10 muchachas Cristo enseña
que es necesario estar siempre listo para aquel momento—aunque tarde—en el cual
veremos la llegada del Señor. No debemos
distraernos de la tarea de preparación, sino mantenernos despiertos y vigilantes,
pues Cristo vendrá cuando menos lo esperamos (Mt. 25:13).
Las lecturas para
el 23º Domingo después de Pentecostés (2017) son Sabiduría 6:12-16 (o Amós
5:18-25, o Josué 24:1-3a, 14-25); Sabiduría 6:17-20 (o Salmo 70, o Salmo
78:1-7); 1 Tesalonicenses 4:13-18; San Mateo 25:1-13.
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