¡Feliz Octavo Día
de Navidad!
A los ocho días
de nacer, el Señor Jesucristo fue circuncidado según los mandamientos de la Ley de
Moisés. Durante su vida entera Jesús
vivió en obediencia a la voluntad del Padre y su circuncisión fue la primera
vez en que derramó su sangre para redimirnos del pecado. La última vez fue en
la cruz del Calvario. Las dos ocasiones
fueron actos de amor y compasión hacia la raza humana. ¡Celebremos hoy su
fidelidad y misericordia!
La Lectura
sugerida es Deuteronomio 10:12-11:1.
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