Christus Rex--Cristo Rey |
El Último Domingo después de Pentecostés se celebra como la fiesta de
Cristo Rey. Nos sirve de buen recordatorio que Jesucristo es el Rey de reyes,
el Señor de señores y la Cabeza de la Iglesia. Nos proporciona el momento para
reflexionar sobre la medida en que Cristo ejerce su gobierno, su reinado, en la
nuestras vidas. ¿Será cierto que Cristo
es rey de nuestras vidas? ¿En verdad gobierna el Señor en nuestros hogares, en
nuestros trabajos y en nuestras iglesias? Vale la pena pensarlo, pues si Jesucristo
no es Dios de todo, en efecto resulta ser Dios de nada. Oremos para que Cristo reine en nuestros corazones y los de toda la humanidad.
Dios omnipotente y eterno,
cuya voluntad es restaurar todas las cosas en tu muy amado Hijo, el Rey de
reyes y Señor de señores: Concede, de tu piedad, que todos los pueblos de la
tierra, divididos y esclavizados por el pecado, sean libertados y unificados bajo
su reino de amor; quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios,
ahora y por siempre. Amén.
Las lecturas fueron Jeremías 23:1-6;
Cántico de Zacarías (Lucas 1:58-69); Colosenses 1:11-20; San Lucas 23:33-43.
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