martes, 3 de marzo de 2015

La cruz en el mundo actual




En el evangelio del Segundo Domingo en Cuaresma los que usamos el Leccionario Común escuchamos a Jesucristo decir: “El que quiere ser discípulo mío que cargue con su cruz y que me siga porque el que desea salvar su vida la perderá y el que pierde su vida por mi causa y por causa del evangelio la salvará.” Me hizo pensar en que a menudo queremos tomar estas palabras de manera figurativa cuando a lo mejor son más literales de lo que nos imaginamos.

Si queremos verlas en la práctica sólo tenemos que mirar hacia Siria, Irak y Libia para darnos cuenta que el mensaje del Señor es serio. Si queremos seguir a Cristo, debemos estar dispuestos a perder nuestras vida, siguiendo el ejemplo de él mismo. A diario los que se creen seguidores de Dios raptan, violan, abusan y degüellan y crucifican a hombres, mujeres y niños sólo por el hecho de seguir a nuestro Señor.  A un siglo del genocidio de los cristianos armenios en la misma zona, se va repitiendo la masacre de nuestros hermanos.  Hemos de pedirle a Dios para que fortalezca a todos los cristianos para que en nuestro día no nos avergoncemos de su Hijo y hemos de reclamar públicamente para que el mundo no permita este intento eliminar a “el pueblo de la Cruz”.



Señor Dios, que en tu providencia misericordiosa asocias la Iglesia a los dolores de tu Hijo,  concede a los fieles, que sufren por tu nombre,  espíritu de paciencia y caridad,   para que se manifiesten siempre  testigos verdaderos y fieles de tus promesas;  por nuestro Señor Jesucristo. Amén.





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