lunes, 10 de abril de 2017

Reflexión Bíblica para el Domingo de Ramos


El Domingo de Ramos da inicio a la Semana Santa. Es una ocasión también llamada el Domingo de la Pasión porque siempre leemos una de las versiones de la crucifixión del Señor. La combinación de la alegría de la procesión de ramos y la sobriedad fúnebre de la muerte de Cristo nos presenta un contraste marcado.  Para mí este contraste se ve todavía más en la actitud del gentío que celebra la entrada triunfal y regia con gritos de ¡Hosanna! y que condena al Mesías con los gritos de ¡Crucifícalo! Eso nos debe servir como un recordatorio de lo frágil que somos nosotros los pecadores en nuestra devoción y fidelidad al Señor. Igual que los discípulos, prometemos seguirle hasta lo último pero en realidad fallamos mucho más de lo que queremos admitir.   Sin embargo, también la Pasión demuestra con claridad que Cristo murió por nosotros, no porque lo merecemos, sino precisamente porque él es fiel y nos ama a pesar de nuestras muchas faltas y culpas.
La Crucifixión por Giotto
Las Lecturas para el Domingo de Ramos: Domingo de la Pasión son Palmas: San Mateo 21:1-11; Salmo 118:1-2, 19-29; Eucaristía: Isaías 50:4-9ª; Salmo 31:9-16; Filipenses 2:5-11; San Mateo 27:11-54.

No hay comentarios:

Publicar un comentario