jueves, 15 de septiembre de 2016

Respuesta a una pregunta sobre la eclesiología

Hace unos días recibí un mensaje de un lector muy amable solicitando que le indicara a cuáles autores y cuáles documentos recurrir para profundizar su comprensión de la eclesiología anglicana. Este post es mi respuesta muy limitada a su pregunta.
En parte quiero decir que no existe una eclesiología anglicana como tal.  A diferencia de la Iglesia católica romana no tenemos ningún tratado oficial como la Constitución Dogmática sobre la Iglesia “Lumen gentium” que forma parte de los documentos del Segundo Concilio del Vaticano. Tampoco tenemos un teólogo oficial del calibre de Lutero o Calvino que haya marcado un lineamiento claro sobre el asunto. Por eso, se puede encontrar mucha variedad de ideas eclesiológicas en los teólogos de nuestra Iglesia.
Quizá la obra de eclesiología más conocida y leída actualmente es el libro El Evangelio y la Iglesia Católica escrito por Michael Ramsey, hombre que llegó a ser Arzobispo de Canterbury. Ramsey indica que todos los principales grupos cristianos gozan de dones espirituales que contribuyen al bienestar de la Iglesia universal (“católica”) de Cristo. Ningún grupo por sí solo es la Iglesia de Cristo. Sólo juntos a la Comunión de los Santos realmente son estos grupos la Iglesia. Por un lado, esta postura reconoce a los miembros de otros grupos cristianos como hermanos en el Señor, pero por otro no aclara de todo cómo podemos distinguir la Iglesia de Cristo de grupos pseudo-cristianos.
El Artículo XIX “De la Iglesia” enseña que:
La Iglesia visible de Cristo es una congregación de hombres fieles, en donde se predica la pura Palabra de Dios, y se administran debidamente los sacramentos conformes a la institución de Cristo, en todas las cosas que por necesidad se requieren para los mismos
El artículo parece dar la pauta para una eclesiología basada en dos factores, la predicación de la Palabra y la vida sacramental. No menciona en ningún momento la organización interna de la Iglesia. Aunque es cierto que otros artículos responden un poco a las preguntas sobre el ministerio y la autoridad de la Iglesia, no expresan nada más allá de la constitución y estructura de la Iglesia visible. Por tanto, el paralelo moderno más cercano es la “eclesiología de Comunión” elaborada por el católico romano Joseph Ratzinger.
Ratzinger enseña que la totalidad de la Iglesia universal se hace presente en cada celebración (debidamente realizada) de la Santa Eucaristía en la iglesia local. Los cristianos reunidos con su pastor (el obispo o su delegado el presbítero) experimentan plena comunión (koinonía) con Cristo y con la Iglesia universal al proclamar el Evangelio y participar en el Sacramento del Cuerpo y la Sangre del Señor. En esto la cantidad de las personas no hace diferencia porque la Palabra divina y el Sacramento de la Eucaristía son los factores constituyentes de la Iglesia católica. Esta noción recupera algo del sentido paulino de la Iglesia como el Cuerpo de Cristo que experimenta la unión de sus miembros.  
Debo agregar que el Rvdo. Dr. Paul Avis, experto inglés sobre la eclesiología, ha publicado varios libros y artículos sobre la eclesiología anglicana que vienen altamente recomendados pero que todavía no he leído. 

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