A veces me quejo del Leccionario Común Revisado que usamos en la Iglesia Episcopal para los domingos y días santos. Tiene muchos aspectos que cambiaría si tuviera la oportunidad. Elimina pasajes que se deben leer por un lado y por otro se extiende en textos cuya aplicación a la vida cristiana parece ser muy limitada... Pero hoy, sí, me gusta. Las lecturas de las últimas semanas me han caído como anillo al dedo para la predicación y he sentido que han proveído el mensaje que Dios quiso para cada ocasión. Me han convencido que Dios siempre nos da lo que necesitamos para servirle.
Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Filipenses 4:13-LBLA)
No hay comentarios:
Publicar un comentario