Normalmente no es buena idea
pontificar sobre los líderes de otros grupos religiosos... pero siento cierta
libertad para hablar del papa Benedicto XVI.
Soy admirador de Joseph Ratzinger. He
estudiado sus escritos teológicos a fondo, pues actualmente estoy preparando mi tesis
doctoral sobre la teología ratzingeriana. Como teólogo no tiene nada que
menospreciarle. Ha escrito una gran cantidad de textos que serán leídos por
mucho tiempo. Es erudito y perspicaz en su análisis de las Sagradas Escrituras.
(De hecho recomiendo que todos lean su trilogía Jesús de Nazaret.) Ha mostrado el vínculo esencial entre la fe, la
razón y la caridad y ha proclamado el amor de Cristo como el centro de la fe.
Posiblemente lo que hace con su dimisión es enseñarnos de nuevo que ningún
puesto eclesiástico es absoluto. Ningún obispo es permanente--hay exigencias y
hay límites a toda responsabilidad pastoral--sea el cura de un pueblo u Obispo de
Roma.
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