martes, 22 de mayo de 2018

Reflexión Bíblica para la Semana de Pentecostés (2018)

Envías tu Espíritu y son creados y así renuevas la faz de la tierra. (Salmo 104:30)

El relato de lo que ocurrió cuando los apóstoles recibieron el Espíritu Santo describe una serie de fenómenos intrigantes, tanto para el lector de hoy como para los que presenciaron el evento: Un ruido, un viento huracanado, las voces galileas que simbólicamente hablaban las lenguas del mundo y la valentía los hasta entonces cobardes seguidores de Jesús.

¿Qué pasa? ¿Estarán borrachos con vino nuevo? Todo exige una explicación. Pedro no dudó en proveerlo. Hombres de Judea y habitantes de Jerusalén, que sepan... Era el cumplimiento de lo prometido por los profetas y por el Señor Jesús. Esto era la venida del Espíritu Santo, enviado por el Jesús tal como él había anunciado antes de su Ascensión al cielo: Yo se lo enviaré...Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad. Dios estaba haciendo algo nuevo y chocante. Jesús sufrió la crueldad de los impíos, pero el Padre lo vindicó y lo exaltó para mostrar la verdad de su Palabra, y para dar poder a sus discípulos para anunciar su mensaje al mundo entero, envió al Espíritu renovador.
Pentecostés, Jean II Restout, 1732

Las lecturas para la Fiesta de Pentecostés (2018) son Hechos 2:1-21 o Ezequiel 37:1-14; Salmo 104:25-35,37; Romanos 8:22-27 o Hechos 2:1-21; San Juan 15:26-27, 16:4b-15.

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