martes, 3 de octubre de 2017

Reflexión Bíblica para la Decimoséptima Semana después de Pentecostés (2017)

Porque yo vivo, dice el Señor, ya no se usará este proverbio en Israel …(Ezequiel 18:3)
Púlpito de la iglesia "il Gesú" 

Los proverbios populares expresan la sabiduría colectiva de los pueblos. Los refranes latinoamericanos no son la excepción. Sin embargo, estos dichos no siempre ofrecen un mensaje de acuerdo a la Palabra de Dios. El profeta Ezequiel se enfrentó a los que usaban un dicho popular para acortar la esperanza de los jóvenes.  Decían que los hijos se castigaban por los pecados de los padres.  Dios mandó que dejaran de repetir este refrán porque cada ser humano rendirá cuentas por sus propios hechos.  La verdad es que lo que pensamos es un tema importante para el Señor.
No sólo encontramos el tema de la corrección a nuestra manera de pensar en el Antiguo Testamento.  En el Nuevo Testamento el apóstol Pablo insiste que nuestros pensamientos son importantes para Dios y llamó a los filipenses a pensar de la misma manera que pensó Cristo, quien a pesar de condición divina no la explotó sino que asumió la condición de esclavo y se humilló (Filipenses 2:6,7). Este pensamiento fue reflejado en su humilde y obediente manera de vivir, y si queremos vivir como Cristo, debemos pensar como él.  Imitando su manera de pensar imitaremos su manera de vivir.
Las lecturas para el Decimoséptimo Domingo después Pentecostés (2017) son Ezequiel 18:1-4,25-32 (o Éxodo 17:1-7); Salmo 25:1-8 (o Salmo 78:1-4,12-17); Filipenses 2:1-13; San Mateo 21:23-32.

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