jueves, 28 de enero de 2016

Santo Tomás de Aquino, un amigo de mi infancia



Hoy conmemoramos uno de los pocos candidatos para ser el mejor teólogo de todos los tiempos—Santo Tomás de Aquino. Este fraile dominico con su curiosidad intelectual, perspicacia y claridad de argumento  me ha inspirado casi desde que tengo memoria.  Me acuerdo de los veranos de mi niñez cuando bajaba del librero de mi abuelo  los dos gigantes tomos forrados de cuero con "Summa Theologiae" marcado en letras doradas. Los abría para leer los pensamientos del “doctor angelical” sobre cualquier tema casi al azar.



 ¡Cómo me fascinaban las preguntas!
--¿Es o no es necesaria la doctrina sagrada?
--¿Puede o no puede exponer textos de la Sagrada Escritura en varios sentidos?
--¿Era conveniente que Dios se encarnase?
--¿Era necesario para la redención del género humano?
--¿Qué es un sacramento?
Pensándolo bien, no creo que haya entendido todas respuestas que dio el santo, pero  diría que aprendí con Sto. Tomás que las preguntas teológicas son válidas y que para respuestas hay que estudiar y escrudiñar a las Sagradas Escrituras y pensar muy bien.  Doy gracias a Dios por proveerme tan buen maestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario