miércoles, 28 de enero de 2015

C.S. Lewis y el Mero Cristianismo


C.S. Lewis: "St. Jack of Oxford"
Admiro mucho a C.S. Lewis. Hace unos años leí casi todo cuanto escribió este señor.  (Si usted ha escuchado de las Crónicas de Narnia, ha escuchado de C.S. Lewis.) Sin exagerar fue uno de los autores más importantes del siglo veinte.   Dejó un cuerpo bastante grande de literatura de varios tipos: Libros infantiles, ciencia ficción, libros de crítica sobre la poesía medieval, cartas y poesía personales y libros teológicos  y espirituales para la gente a que no le gusta la teología.

Santo Tomás de Aquino
Sus obras de literatura religiosa son tan importantes que ya existe toda una industria para-Lewisiana. A pesar de ser un anglicano declarado y por convicción, todo mundo ha querido adoptarlo como suyo: evangélicos, catolicorromanos y todos los demás. Su atractivo es que cuando Lewis quería presentar el mensaje de Cristo no deseó perderse en temas de controversia entre los cristianos.  Insistió en que lo primero fuera primero. El mejor ejemplo de su estilo es Mere Christianity (Mero Cristianismo). En este tomo Lewis habla de la ley moral (el bien y el mal), erradica la bobería de decir que Cristo sólo era un hombre bueno y explica algo del plan de Dios para la humanidad.  ¡Es excelente!

Otra cosa que puedo decir de C.S. Lewis es que no era teólogo pero, sí, apologeta.  Según Lewis los teólogos más importantes de su día prácticamente habían perdido el sentido del evangelio de Jesucristo y por eso decidió explicar la fe en términos que cualquiera pudiera entender. Especialistas han llamado su manera de pensar “el tomismo anglicano”.  Eran tan claros y contundentes sus mensajes que Lewis fue de los muy pocos laicos llamados a predicar en la Iglesia de Inglaterra; incluso predicó en la famosísima Abadía de Westminster, algo con que muchos curas sueñan. Dios usó a C.S. Lewis para hacer llegar las Buenas Nuevas de Cristo a miles de personas--No es por nada, pues, que algunos se han atrevido a llamarlo, "St. Jack of Oxford."

Posdata: Hoy conmemoramos a Santo Tomás de Aquino, el intelectual por excelencia de la Edad de Fe y unos de los teólogos principales de la historia.

lunes, 26 de enero de 2015

Conversión de San Pablo


El Camino a Damasco
Hoy la Iglesia propone la conmemoración del momento en que Saulo de Tarso se convirtió en San Pablo, Apóstol. Es una historia que se cuenta tres veces en los Hechos de los Apóstoles (capítulos 9, 22; 26). Es así de importante que se tenía que repetir tanto.

Me acuerdo de cuándo me di cuenta de la grandeza de Pablo. Fue cuando comencé a leer un libro que unos amigos me regalaron cuando mi familia se trasladó a otro lado del país. El libro se titulaba “Los 100” y describía a las cien personas más importantes de la historia. Lo chocante y lo que me abrió los ojos para admirar a San Pablo fue la nota del autor en que decía que había repensado el orden de sus biografías porque entre las ediciones se dio cuenta que el apóstol no sólo era el autor de la mayoría del Nuevo Testamento y el fundador de las iglesias más antiguas que han sobrevivido hasta ahora, pero también fue el primer teólogo y filósofo cristiano.

No se puede hacer ni teología ni filosofía en serio sin tomar en cuenta el pensamiento paulino. Ha afectado a todo. Aún si nos limitamos al campo religioso, podemos ver un sin número de santos cuyas vidas fueron cambiadas totalmente por escuchar o leer sus epístolas. Su influencia es tremenda. Mejor dicho todavía—en todas las épocas desde que sirvió al Señor en la tierra, Dios ha usado a San Pablo como instrumento para traer hombres y mujeres a conocer, amar y servir a su Hijo Jesucristo. Ésta es la meta de todo creyente, que Dios pueda usarlo para llevar otros a Cristo.

Por tanto, la conversión de Pablo no solamente marcó un cambio profundo en el joven religioso, sino marcó un cambio dramático para la historia del mundo.

lunes, 19 de enero de 2015

Unidad Cristiana


Ésta es la Semana de Oración por la Unidad Cristiana (se extiende desde la Confesión de San Pedro hasta la Conversión de San Pablo) y es un período en que los creyentes en el Señor Jesucristo unimos nuestras súplicas a la oración de Cristo “que todos sean uno”.  Oramos para que con la gracia del Padre celestial el Señor nos recoja a todos en un solo rebaño con el fin de que demos testimonio a todo el universo que hay tan sólo un Dios y Señor que se ha revelado en el Jesús de Nazaret y actúa a través de su Espíritu Santo.

En el Nuevo Testamento a veces  vemos la unidad de los cristianos como algo ya establecido y a veces  como algo todavía no completo.   Esta unidad se describe de varias maneras: sarmientos de una vid en crecimiento, piedras de un edificio, partes de un cuerpo y ovejas de un rebaño.  Lo tenemos que recordar es que la unidad de los fieles no es fruto de labor humana sino el don que va creciendo día  a día por la gracia de Dios.

 
 Oración por la Unidad Cristiana

Padre omnipotente, cuyo bendito Hijo, antes de su
pasión, oró por sus discípulos, para que fueran uno,
como tú y él son uno: Concede que tu Iglesia, congregada
en amor y obediencia a ti, sea unida en un solo cuerpo
por un solo Espíritu, a fin de que el mundo crea en quien
tú has enviado, tu Hijo Jesucristo nuestro Señor; que vive
y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo
Dios, ahora y por siempre. Amén.

 No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí,
para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.  Juan 17:20-21


miércoles, 14 de enero de 2015

El Cura de Dos Mundos en "Sermones que Iluminan"



Así escribo yo, con Biblia, pluma y papel amarrillo
Hoy quiero compartir un recurso homilético que ofrece la Iglesia Episcopal.  En español se llama Sermones que Iluminan y en inglés, Sermons that Work
Cada semana los editores publican un sermón, un estudio bíblico y material para boletines para usar en cualquier congregación.  Son especialmente útiles para las iglesias sin sacerdote que llega todos los domingos y para sacerdotes cuya habilidad del idioma no les permite predicar en inglés o español sin ayuda.    

Tengo otra razón para recomendar este sitio. Varios sermones de El Cura de Dos Mundos estarán en publicados durante los meses de enero y febrero con otros luego.  (El primer sermón en inglés fue subido para el 1 de enero.) Se acaba de publicar el sermón en español para el 18 de enero.  Agradezco mucho a los editores de Sermones que Iluminan por invitarme a contribuir a este proyecto.

domingo, 11 de enero de 2015

El Bautismo del Señor: Transiciones


El Primer Domingo después de Epifanía conmemora el Bautismo de Jesucristo.  
Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él. Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.» (S. Marcos 1:9-11)



Es un momento evocativo de la vida de nuestro Señor que deja su huella en los cuatros evangelios.  A pesar de ofrecer la versión más breve de los evangelios, San Marcos cuenta todos los tres puntos esenciales—
  • Se  bautiza por Juan; el cielo se abre.
  •  El Espíritu Santo desciende del cielo y posa sobre Jesús
  • La voz del Padre identifica a Jesús como el Hijo divino.  
Con el Bautismo de Cristo se realiza una serie de transiciones claras en la historia de salvación—
  • Especialmente para San Marcos demuestra el movimiento de la Antigua Alianza a la Nueva.
  • Nuestro Señor deja su vida privada para empezar su ministerio público de enseñanza y sanación.
  • Se hace la transición de Juan Bautista a Jesucristo como vocero de Dios delante del pueblo judío.
  • Hay un cambio en el significado del bautismo: Pasa de ser sólo una señal de arrepentimiento a ser un don de Dios por medio del cual los creyentes recibimos el Espíritu Santo.
 Para los cristianos nuestro bautismo también significa una serie de cambios y transiciones—
  • Hacemos la transición de depender sólo de nosotros mismos a depender de la gracia de Dios.
  • Abandonamos los compromisos con el mundo, la carne y el mal; y nos comprometemos con Dios en Jesucristo.
  • Pasamos de la muerte de nuestros pecados a la vida en el Espíritu Santo.

domingo, 4 de enero de 2015

Segundo Domingo de Navidad


Siempre resulta difícil prepararse para el  Segundo Domingo de Navidad porque no siempre hay tal día en el calendario y no siempre lleva este nombre tampoco. Por la mañana cuando busqué las lecturas y las oraciones para el Oficio Diario (la Liturgia de las Horas) me costó encontrarlas.  Todos los años pasa lo mismo. ¿Por qué?

La razón es sencilla aunque el resultado se ve complejo.  Si el 25 de diciembre cae entre domingo y martes, no aparece el Segundo Domingo de Navidad por ninguna parte.  De hecho los misales, antifonarios, y libros de oración más antiguos no contemplan  la observación de tal día. Qué hacer cuando aparecía este domingo antes variaba bastante.  En algunos lugares se repetía lo del 25. En otros repetían todo de la Circuncisión del Señor (1 de enero), en otros conmemoraban la Sagrada Familia o el Santo Nombre de Jesús. 
Hoy se complica más porque en algunos sitios se permite adelantar la celebración de la Epifanía, la Visita de los Reyes Magos, que tradicionalmente se celebra el 6 de enero.  En el leccionario que casi todas las iglesias usan hoy día hay tres textos opcionales para la proclamación del evangelio. Uno es lo de la matanza de los inocentes, otro es la huida a Egipto y otro es la historia de cuando Jesús se perdió en el templo. Ninguno viene en orden con los relatos de la infancia tal como se presentan durante la Navidad.

Por mi parte, al acercarnos casi al fin de la Navidad a todos les deseo un feliz Segundo Domingo y Undécimo día de Navidad, Domingo de la Circuncisión y—si es necesario darlo por anticipado—una feliz y bendecida Epifanía del Señor.

Por si  no lo vieron, este link va mi primer sermon en Sermones que Iluminan (en inglés).